Esperar en el tiempo perfecto de Dios
Esperar en el tiempo perfecto de Dios
En un mundo donde la inmediatez parece ser la norma, esperar puede convertirse en un desafío. Sin embargo, como hijos de Dios, estamos llamados a confiar en que Su tiempo es siempre perfecto. Él no llega tarde ni demasiado pronto; Su obra en nuestra vida se cumple con precisión divina.
La Palabra de Dios nos recuerda en Eclesiastés 3:1:
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.»
Esta verdad nos invita a descansar en la soberanía de Dios, sabiendo que Él tiene un plan y un propósito para cada temporada de nuestra vida.
1. El tiempo de Dios no es como el nuestro
Nuestra percepción del tiempo es limitada y, a menudo, basada en nuestras emociones y circunstancias. Pero Dios ve el panorama completo. Su reloj no se ajusta a nuestra prisa, sino a Su plan perfecto para nuestra vida.
«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.» (Isaías 55:8)
2. Esperar fortalece nuestra fe
El proceso de espera no es en vano; es una oportunidad para crecer espiritualmente. Mientras esperamos, aprendemos a confiar más profundamente en Dios y a depender completamente de Su gracia y Su amor. Es en la espera donde nuestra fe se fortalece y nuestro carácter es moldeado.
«Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.» (Isaías 40:31)
3. Dios obra en la espera
Aunque no lo veamos, Dios está trabajando en nuestras vidas incluso mientras esperamos. A menudo, usa este tiempo para preparar nuestras circunstancias, nuestras bendiciones y a nosotros mismos para lo que está por venir. Su silencio no significa inactividad; significa que está alineando todo según Su voluntad.
«Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre.» (Salmos 138:8)
4. Su tiempo trae lo mejor
Cuando confiamos en el tiempo de Dios, recibimos lo mejor que Él tiene para nosotros. Su respuesta puede no ser lo que esperábamos, pero siempre será para nuestro bien y para Su gloria.
«Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.» (Romanos 8:28)
Esperar con confianza
Si estás en un tiempo de espera, te animo a confiar en que Dios está contigo. Llénate de Su Palabra, mantente en oración y recuerda que Su fidelidad nunca falla. Él cumplirá Sus promesas en el momento perfecto, porque Su amor por ti es eterno.
«Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.» (Salmos 40:1)
Tu amigo, JOSEPH AVILES