El cuidado inagotable del Buen Pastor
El cuidado inagotable del Buen Pastor
En la vida, enfrentamos momentos de incertidumbre, desafíos y pérdidas. Sin embargo, como creyentes, tenemos la seguridad de que no estamos solos. El Salmo 23:1 nos recuerda:
«Jehová es mi pastor; nada me faltará.»
Estas palabras revelan la naturaleza tierna y protectora de Dios como nuestro Buen Pastor. Así como un pastor cuida de sus ovejas, Dios cuida de nosotros con amor incondicional y atención constante. Él no solo nos guía, sino que también provee, protege y restaura nuestras almas.
1. Su guía nos da dirección
En un mundo lleno de confusión, Dios nos dirige por sendas de justicia. Él ilumina nuestro camino mediante Su Palabra, ayudándonos a tomar decisiones sabias y alineadas con Su voluntad. Cuando confiamos en Él, podemos caminar con seguridad, sabiendo que nunca perderemos nuestro rumbo.
«Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.» (Salmos 23:3)
2. Su provisión satisface nuestras necesidades
El Buen Pastor nunca deja a Sus ovejas en necesidad. En cada etapa de nuestra vida, Él provee exactamente lo que necesitamos, ya sea fuerza, paz o consuelo. Dios sabe lo que enfrentamos y Su provisión siempre llega en el momento perfecto.
«Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.» (Salmos 37:25)
3. Su protección es nuestra seguridad
En el valle de sombra de muerte, podemos temer. Sin embargo, Su vara y Su cayado nos dan seguridad. Aunque las pruebas y los enemigos nos rodeen, el Buen Pastor permanece a nuestro lado, protegiéndonos y dándonos Su paz.
«Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.» (Salmos 23:4)
4. Su amor nunca se agota
El amor del Buen Pastor es incondicional y eterno. No importa cuán lejos nos hayamos desviado, Él siempre está dispuesto a buscarnos y traernos de vuelta a Su redil. Su amor es un refugio seguro en tiempos de angustia y un recordatorio de que somos valorados y amados por Él.
Confía en el Buen Pastor
Hoy te animo a descansar en el cuidado inagotable del Buen Pastor. Entrégale tus cargas y preocupaciones, y permite que Él guíe cada aspecto de tu vida. Recuerda que Su amor nunca falla y que en Su presencia encontrarás plenitud y paz.
«Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.» (Juan 10:11)
Tu amigo, Joseph Aviles